LAS LOCAS MENTIRAS DE URSULA Y MACRON. ¿QUIEREN LA GUERRA? DÉMOSLES UN CASCO Y QUE VAYAN A COMBATIR. RUSIA NO ES NUESTRA ENEMIGA – EN SIRIA MATANZA DE CENTENARES DE ALAWIS.

8/3/25 – “S’il faut donner son sang, allez donner le vôtre, vous êtes bon apôtre Monsieur le Président”. Cantaba hace un siglo el genial Boris Vian en Le déserteur… (“Si hay que derramar sangre, vaya a dar la suya, señor presidente, es un buen apóstol”). La canción parece escrita, con cien años de antelación, para el pequeño Napoleón de París, Emmanuel Macron, y los demás líderes europeos, que de nuevo intentan arrastrarnos a una Tercera Guerra Mundial. Justo cuando la paz en Ucrania está al alcance de la mano, gracias a Donald Trump y Vladimir Putin. Después de haber alimentado durante tres años con nuestro dinero una guerra absurda e inútil, que ya ha costado la vida a cientos de miles de jóvenes rusos y ucranianos, ahora Macron y compañía intentan impedir que termine. Con mentiras criminales. Que quizás algún día los lleven ante un tribunal. Ojalá.

acron y Ursula von der Leyen han lanzado proclamas bélicas: Europa está en peligro, Rusia es el enemigo y debemos armarnos para hacerle la guerra. Mentiras comparables a las de George Bush cuando proclamaba que Saddam Hussein tenía “armas de destrucción masiva”. Una farsa inmensa. Bush invadió Irak, causando cientos de miles de muertos, en su mayoría civiles. Desestabilizando Oriente Medio y provocando una explosión del terrorismo yihadista sunita. ¿Y las famosas armas de destrucción masiva? Ninguna. ¡Nunca existieron! Otra mentira. Si la Corte Penal Internacional fuera algo serio, debería haber actuado contra Bush, y no contra Putin y Netanyahu, que defienden los intereses vitales de sus países. Y contra Macron y los demás líderes europeos que quieren prolongar la masacre en Ucrania y arrastrar a sus países a una guerra, quizás nuclear.

Con el igualmente insensato proyecto de gastar otros 800.000 millones de euros, quitándolos de escuelas, sanidad, pensiones, en un “rearme” inútil y absurdo. Cuando en 2024 el gasto militar de los países de la UE y de los europeos de la OTAN (Turquía, Reino Unido, Noruega) alcanzó los 719.000 millones de dólares, un 56 % más que el de Rusia, 461.000 millones. Además, según un estudio del Observatorio de la Universidad del Sagrado Corazón de Roma, una parte del gasto ruso se destina a reponer las pérdidas sufridas en Ucrania, y no a aumentar su potencial bélico. En cambio, el europeo crece cada año. Y no hay ninguna necesidad de los 800.000 millones de Ursula. Una maniobra que esconde intenciones ocultas: reforzar los poderes de la tecnocracia de la UE, y por lo tanto los suyos, para von der Leyen. Y para Macron, dándose una nueva legitimidad como líder militar, cuando su popularidad en Francia está en mínimos históricos.

Sin embargo, algunos mantienen la sangre fría. Como el primer ministro húngaro Orbán, que ha rechazado los planes belicistas de Ursula y Macron. O el viceprimer ministro italiano Salvini, que ha calificado a Macron de “loco”. “Mientras el mundo quiere la paz, Macron y algunos otros en Europa hablan de bombas, aviones, misiles y tanques”. Macron ya ha llevado a Francia al borde de la quiebra, con una deuda pública de 3,3 billones de euros. Los franceses quieren que se vaya. Pero él se aferra al sillón e intenta resistir hasta 2027, apostando ahora por una testosterónica huida hacia adelante. La propuesta bélica es una burla para los ciudadanos europeos. Que ya han sufrido gravemente las consecuencias de la guerra, que ha empobrecido a las clases modestas, medias y a los jubilados. Mientras ha enriquecido a especuladores, multinacionales, lobbies de armas y bancos. Desde el inicio de la guerra, los europeos han hecho de todo para prolongarla. Pero, salvo Orbán, nunca han propuesto una tregua.

Sin embargo, ahí siguen Trump y Putin, decididos a alcanzar la paz e imponerla en Ucrania. A pesar de la histeria bélica de algunos europeos. Tras la decisión de Trump de bloquear la ayuda militar e inteligencia a Kiev, el régimen ucraniano no podrá resistir más de unas pocas semanas. A pesar de las puestas en escena de Macron.

SIRIA, ATROCIDADES CONTRA LOS ALAWITAS, LOS YIHADISTAS MASACRAN A FAMILIAS ENTERAS, INCLUSO A NIÑOS, MONTONES DE CADÁVERES EN LA CALLE. CENTENARES DE MUERTOS

En lugar de hablar de hacer la guerra a Putin, Europa haría mejor en defender a las minorías del nuevo régimen yihadista sirio, cercano al ‘sultán’ turco Erdogan. En Latakia, a orillas del Mediterráneo, desde hace dos días se está llevando a cabo una masacre de civiles alawitas por parte de las “fuerzas de seguridad” del nuevo régimen yihadista sunita. Han ssido masacrados a sangre fria ya más de mas de 700 civiles. Fuentes locales informan de violaciones y atrocidades. «Están matando a familias enteras. Incluso a niños. Les disparan a sangre fría. Hay montones de cadáveres en las calles», dijo un residente de Banias, cerca de Latakia. mediante crueles ejecuciones, características de Al Qaeda e ISIS. De donde provienen los nuevos amos de Damasco. A quienes Turquía intentaba vender como “moderados”.

Jhadistas sirios del Isis como eran antes y ahora vestidos de soldados

Los alawitas/alevitas (10 % de la población) son la rama más tolerante y liberal del islam, cercana al chiismo. Por eso son odiados por los nazi-yihadistas como “herejes” y “blasfemos”. Y también por pertenecer a la misma comunidad del expresidente Assad. El régimen del nuevo “jefe de Estado” al Sharaa (antes conocido como al Julani cuando era de Al Qaeda) había prometido no atacar a las minorías. Una promesa que duró pocos dí

Los alawitas, sobre todo, pero también los cristianos, llevan semanas siendo objeto de violencia y persecución. “Al Julani se había quitado la jellabah y se había puesto traje y corbata para parecer moderado”, acusa el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz. “Ahora se ha quitado la máscara y muestra su verdadero rostro: es un terrorista yihadista de la escuela de Al Qaeda que comete atrocidades contra la población civil alawita”. Después de los yazidíes, masacrados por miles por el Isis (y miles de mujeres violadas y vendidas como esclavas sexuales) hace diez años, ahora son los alewitas las víctimas de los mismos nazi-jihadistas, que sólo han cambiado de colores, poniéndose el uniforme de la policía y el ejército sirios. Pero dispuestos a emplear la misma ferocidad

Una tragedia que debería recordar a los muy mediocres líderes europeos – pensando también, en el Día de la Mujer, en lo que sufren las mujeres en el “Emirato” talibán en Afganistán – que el enemigo no es Rusia, sino la incontenible expansión del islamismo salafista en Europa y en sus fronteras.

Mujeres de Afghaniastan

NOBEL PRIZE FOR TRUMP, IMMEDIATE PEACE WITH PUTIN. EUROPEAN IDIOCY HUMILIATED

12/2/25 – In 2009, the most ridiculous Nobel Peace Prize in history was awarded. It went to U.S. President Barack Obama. Newly elected. When he had not yet done anything. Because, it was said, he would bring peace to the Middle East. But he did not. Instead, he financed and armed the wars in Syria and Libya, aiding and funding jihadist militias, including the atrocious, rapist, and murderous ISIS Salafists. Officially, the justification read: “for his extraordinary efforts to strengthen international diplomacy and cooperation between peoples.” Really? A farce. And an absolute banality. But the first black U.S. president was already a trend, an icon in the elite circles of European politics. No one objected.

Now, the next Nobel Peace Prize should logically go to the ultimate anti-Obama. The hated and feared —especially in Europe— fiery and anarchic Donald Trump, who has returned to power with an iron fist. He has already imposed a truce (which won’t last because the Hamas octopus is still alive and strong) in the Great War of Gaza. And just weeks after taking office at the White House, today Trump announced that he had agreed, in a long and cordial phone call with Vladimir Putin, to the “immediate” start of negotiations to end the most absurd war of the century: the one in Ukraine. A war that, according to him, would never have started if he, and not the senile Joe Biden, had been in the White House two years ago.

Trump has already launched the peace process with Putin, a key figure for controlling international tensions, whom the West, aligned with Biden, has foolishly demonized and isolated over the past two years. This has fueled a senseless war at the expense of American and European taxpayers—a war that would never have started if the West had honored the commitments made with Moscow after the dismantling of the USSR. Namely, not allowing NATO’s expansion up to Russia’s borders. Trump has put Ukrainian President Zelensky in his place—the “useful idiot” used by Biden and European leaders to try to humiliate the Russian giant, the world’s first nuclear power. Zelensky has been turned, by a “militarized” press—according to former Podemos leader Iglesias—into a pathetic Robin Hood-style freedom fighter, to whom hundreds of billions have been gifted, always from the pockets of European and American taxpayers, to fuel a senseless and futile war. A war that Russia could not lose and that was of no interest to the European Union. But EU leaders, from Macron to Scholz—too young to have lived through the horrors of World War II—became intoxicated with adrenaline and warrior-like fury, transforming themselves into little Napoleons. Forgetting to protect the interests of their own citizens.

Money thrown out the window for a war lost from the outset. Funds that primarily served to fuel corruption in the Ukrainian regime and accelerate the slaughter of hundreds of thousands of young Russians and Ukrainians. While also impoverishing Europe’s middle classes and ensuring astronomical profits for speculators, banks, and arms industry tycoons.

With Trump, common sense returns. The U.S. president’s peace plan will largely confirm Russia’s claims. With a ceasefire along the current battle lines, recognition of Moscow’s rights over Crimea and the Russian-speaking regions of Ukraine, a veto on Ukraine’s NATO membership, but a “yes” to its accession to the EU (a shrewd move that would weaken a U.S. trade competitor by absorbing a poor and highly problematic country). A boomerang for Europe, which Trump sees as an annoying competitor. All logical and inevitable moves that, without the dangerous stupidity of Western leaders, would have prevented the war, the deaths of countless young men from both countries, the explosion of prices in Europe, and the constant impoverishment of the middle class. It is no coincidence that, in announcing negotiations with Putin, Trump completely ignored and humiliated the “small” Europeans—to negotiate with a figure he respects and considers his equal.

THE TRUMP REVOLUTION

As soon as he arrived at the White House—and even before—Trump immediately began transforming politics and international relations. Whether one likes it or not. He has propelled Elon Musk (his potential successor?) into a crusade against corruption and waste in public administration, which should return hundreds of billions to American taxpayers. He has promoted the end of the destructive hysteria of “political correctness,” which today contributes to Europe’s impotence and decline. Against the new strong leaders of the “new world”—Trump, Putin, the neo-Ottoman sultan Erdogan, the Chinese Xi Jinping, and the Argentine Javier Milei—who are already dividing the world at the expense of old Europe.

Zelinsky caricature

TRUMP’S BOMBSHELLS

Trump forcefully asserts the strategic interests of the United States. He holds unprecedented power in his hands. And he uses it. He makes proposals that no one else would dare put forward. But that could change the face of the world. Like the idea of “buying” Greenland, the Aladdin’s cave of raw materials and now a strategic sentinel for northern trade routes, or taking control of the Gaza Strip, relocating much of its population (temporarily?), permanently eradicating the “tumor” of Hamas, and rebuilding a tourist oasis on the ruins of war to guarantee prosperity for its inhabitants and peaceful coexistence between Israelis and Palestinians. Of course, the project presents infinite difficulties. Trump does not even rule out greenlighting an Israeli annexation of the West Bank. Another bomb thrown at the global status quo. Brutal, politically incorrect proposals from a man who wields power and intends to use it—but which, in the end, might just bring an end—albeit at high risk—to the eternal Israeli-Palestinian conflict. And as for the Nobel Prize—who will dare to deny it to the new most powerful man on the planet…?

PREMIO NOBEL A TRUMP, SUBITO PACE CON PUTIN. UMILIATA L’IDIOZIA EUROPEA

12/2/25 – Nel 2009 venne assegnato il Nobel per la Pace più ridicolo della storia appunto dei Premi Nobel. Andò al presidente americano Barak Obama. Appena eletto. Che ancora non aveva fatto nulla. Perchè, si diceva, avrebbe fatto la pace in Medio Oriente. Che non fece. Invece finanziò e armò le guertre di Siria e Libia, aiutando e finanziando le milizie jihadiste, fra cui gli atroci salafiti violentatori e massacratori dell’Isis. Ufficialmente la motivazione diceva “per gli sforzi straordinari nel rafforzare la diplomazia internazionale e la cooperazione fra i popoli”. Ma no? Una pagliacciata. E una banalità assoluta. Ma il primo presidente Usa di colore era già di moda, icona nei salotti buoni della politica europea. Nessuno fece obiezioni..

Ora il prossimo Nobel per la Pace logicamente dovrebbe andare all’anti-Obama. per eccellenza. L’odiato e temuto – sempre nei salotti buoni europei – sanguigno e anarcoide Donald Trump, tornato al potere con pugno di ferro. Lui si, ha già imposto una tregua (che non reggerà, perchè la piovra Hamas è ancora viva e forte) nella Grande Guerra di Gaza. E a poche settimane dall’insediamento alla Casa Bianca, oggi Trump ha annunciato di avere concordato in una lunga e cordiale telefonata con Vladimir Putin, l’avvio “immediato” di trattative per porre fine alla guerra più stupida del secolo, quella d’Ucraina. Che non sarebbe mai iniziata, ha garantito, se alla Casa Bianca due anni fa ci fosse stato lui e non il senile Joe Biden.

Trump ha già lanciato il processo di pace con Putin, uomo essenziale per il controllo delle tensioni internazionali ,che l’Occidente, allineato su Biden, ha stupidamente demonizzato e isolato negli ultimi due anni. Alimentando una guarrea assurda, a spese dei contribuenti americani e europei, che non sarebbe mai inziata se l’Occidente avesse mantenuto gli impegni presi con Mosca all momento dello smantellamento dell’Urss. Non permettere l’ìespansione della Nato fino alle frontiere russe. Trump ha rimesso al suo posto il presidente urcraino Zelensky, utile idiota usato da Biden e dai dirigenti europei per cercare di umiliare il gigante russo. Prima potenza nucleare del mondo. Zelensky è stato trasformato da una stampa ‘militarizzata’ secondo l’ex-leader di Podemos Iglesias, in una patetica contro figura di Robin Hood della libertà, cui sono state regalate centinaia di miliardi presi sempre nelle tasche dei contribuenti europei e americani per alimentare una guerra insensata. E inutile. Che la Russia comunque non poteva perdere. E che non interessava assolutamente l’Unione Europea. Ma i leader europei da Macron a Sholz, troppo giovani per avere vissuto gli orrori dell’ultima guerra mondiale, si sono gonfiati di adrenalina e di virile furore guerriero, trasformandosi in novelli piccoli Napoleone. Dimenticando di tutelare gli interessi dei propri cittadini.

Soldi buttati dalla finestra, per una guerra persa in partenza. Serviti soprattutto per alimentare la corruzione del regime ucraino e accelerare il macello di centinaia di migliaia di giovani russi e ucraini. Nonchè impoverire le classi medie europee e garantire incasssi faraonici a speculatori, banche e boss degli armamenti.

Con Trump torna il buon senso. Il piano di pace del presidente Usa in buona parte confermerà le ragioni della Russia. Con un cessate il fuoco sulle linee attuali di conflitto, il riconoscimento dei diritti di Mosca sulla Crimea e sulle regioni russe dell’Ucraina, un veto all’adesione di Kiev alla Nato, ‘si’ invece a quella all’Ue (una mossa astuta che indebolirebbe un concorrente commerciale degli Usa, con l’assorbimento di umn paese povero e ultra problematico. Un boomerang per l’Europa, vista da Trump come una fastidiosa concorrente. Tutte mosse logiche e ineluttabili, che senza la pericolosa apparente stupidità dei leader occidentali avrebbero permesso fin dall’inizio di evitare la guerra, la morte di una infinità di ragazzi dei due paesi, l’esplosione dei prezzi in Europa, l’impoverimento costante delle se classi medie. Non a caso nell’ annunciare le trattative con Putin, Trump ha ignorato e umiliato completamente i ‘piccoli’ europei. Per trattare con un personaggio che stima e considera alla sua altezza.

RIVOLUZIONE TRUMP – Appena arrivato alla Casa Bianca, e già prima, il tycoon ha subito iniziato a trasformare la politica e le relazioni internazionali. Piaccia o non piaccia. Ha lanciato Elon Musk (suo possibile successore?) in una crociata contro corruzione e sprechi nell’amministrazione pubblica, che dovrebbe riportare nelle tasche dei contribuenti americani centinaia di miliardi, ha promosso la fine dell’isteria distruttiva del politicamente corretto. Che oggi contribuisce all’impotenza e al declino dell’Europa. Nei confronti dei nuovi leader forti nel ‘nuovo mondo’, Trump, Putin, il sultano neo-ottomano Erdogan, il cinese Xi Jinping, o l’argentino Javier Milei. Che già si stanno dividendo il mondo a sopese della vecchioa Europa.

caricatura Zelensky

Trump afferma con forza gli interessi strategici degli Stati Uniti. Ha nelle mani un potere senza precedenti. E lo usa. Lancia proposte che nessun altro oserebbe avanzare. Ma che potrebbero cambiare la faccia del mondo. Come quella di ‘comprare’ la Groenlandia, caverna di Ali Babà delle materie prime e ora sentinella strategica dei collegamenti del nord, o di prendere in mano la Striscia di Gaza, trasferendo buona parte dei suoi abitanti (provvisoriamente?) , sradicando definitivamente il tumore Hamas, ricostruire sulle macerie della guerra una oasi turistica che garantisca la prosperità dei suoi abitanti, e l’esistenza in pace di israeliani e palestinesi. .Certo, il progetto presenta infinite difficoltà. Trump non esclude neppure di dare il via libera a una annessione della Cisgiordania da parte di Israele. Un’altra bomba lanciata sullo status quo mondiale. Proposte brutali, politicamente scorrette, di un uomo di potere, e che vuole esercitarlo, ma che forse, alla fine, potrebbero portare alla fine, certo ad alto rischio, dell’eterno conflitto israelo-palestinese. E il Nobel, allo scomodo nuovo uomo più potente, del pianeta chi oserà toglierglielo…..

GAZA, COSTA BRAVA DE ORIENTE MEDIO? LA GRAN IDEA DE TRUMP. PERO….

2/5/25 – Una idea brillante. O loca. Cuarenta kilómetros de playas doradas, aguas azules, románticos atardeceres, casas blancas y azules, relucientes complejos turísticos a lo largo del mar. Un sueño. En Gaza, sin embargo…

Este loco proyecto sólo se le pudo haber ocurrido a Donald Trump, anarcoide deshinibido nuevo presidente Usa y hombre más poderoso e impredecible del planeta. La idea es sencilla. Y quizás con algo de sentido común. Después de 15 meses de bombardeos israelíes, lanzados en respuesta a las atrocidades de Hamás el 7 de octubre de 2023, Gaza es hoy un cùmulo de ruinas. Al 90% destruida. Inhabitable. La reconstrucción llevaria años. Con enormes inversiones. Y lo más probable es que, si Hamás mantiene el control de la Franja, todo vuelva a ser destruido otra vezl, tarde o temprano. Hamás quiere borrar a Israel y sus habitantes judíos de la superficie del mundo. Sale muy debilitado de los 15 meses de guerra. Pero conserva el control de Gaza. Y de sus habitantes. Incapaces de rebelarse. Después de 20 años de dictadura islámica y lavado de cerebro yihadista y anti-israelí en las escuelas. Hamas ha perdido 30.000 milicianos. Y sus jefes. Pero ya ha reclutado a 15.000 nuevos, muchos de ellos muy jóvenes.

El plan de Trump parece, sobre el papel, el único que podría aportar una solución — claro desequilibrada, terrible, radical— al irresoluble y eterno conflicto israelí-palestino. Y en teoría, si se hace bien, finalmente podria permitir a israelíes y palestinos vivir bien y en paz. Lo cual nunca será posible con Hamás. Que el primer ministro israelí, Netanyahu, y el propio Trump han prometido destruir. No parece posible erradicar a Hamás en un futuro próximo. Es un cáncer con metástasis en toda la sociedad palestina. Es la fuerza más poderosa en Gaza. Y también la más popular en Cisjordania. Fatah, débil y corrupto, otrora dirigido por Yasser Arafat y ahora por el anciano presidente Abu Mazen, sería barrido si hoy después de 20 años por fin hubiera elecciones entre los palestinos. Por supuesto, el plan de Trump podría resolverlo todo. O casi. Erradicaría a Hamás, vaciaría Gaza, reubicaría a sus dos millones de habitantes en otro lugar (¿pero dónde? ¡Nadie los quiere!), por lo menos opor un tiempo, acabaria con la guerra. La Franja podría reconstruirse y convertirse en un lucrativo paraíso turístico.  Bajo control estadounidense. Pero para quien? Se permitira el regreso de la majoria de sus habitantes despues de la reconstruccion, ‘limpiados’ de Hamas.

El plan de Trump conlleva una infinidad de dificultades. La mayoría de los dos millones de palestinos de Gaza no quieren a priori irse. Tal vez con enormes incentivos (pagados con petrodólares de Arabia Saudita y los países del Golfo, propone Trump) muchos podrían aceptar. Durante la guerra, habrían huido al Sinaí si Egipto no hubiera cerrado la frontera. Se necesitaría entonces encontrar países dispuestos a acoger a dos millones de personas. Muchas de las cuales han sido adoctrinadas por Hamás. Y decenas de miles de terroristas islámicos con sus familias, y miembros de los clanes criminales que apoyan a Hamás. Más allá de las declaraciones públicas de solidaridad, ningún Estado árabe quiere a los palestinos. Por miedo a una infección terrorista. Ya ha habido masacres de palestinos en el Líbano y Jordania. Ammán y El Cairo han dejado claro que no los aceptarán. Tal vez Trump podría convencerlos con su característica estrategia de zanahoria y palo (sobre todo palos, y aranceles), ya aplicada con México, Canadá y Colombia. Ni siquiera la Turquía del sultán Erdogan quiere saber nada del asunto. Y denuncia la crueldad ilegítima del desplazamiento forzado de los palestinos. Tambien prohibido por la Onu. Olvidando la limpieza étnica que Turquia practicó en 1974 durante la invasión del norte de Chipre -todavía ocupado- aterrorizando y obligando a huir 200 mil chipriotas. Luego está el problema explosivo de Cisjordania. La otra mitad del pobre pseudoestado palestino, ahora reducida a una piel de leopardo por la continua invasión de colonos israelíes, a menudo violentos. Un hecho que hace que la solución de “dos Estados” sea imposible. Trump ha prometido comentar dentro de un mes sobre su posible anexión por parte de Israel. Lo cual desencadenaría una sangrienta insurrección.

Y al final de esta tregua de un mes en Gaza, la guerra podría reanudarse. Israel, reiteró Netanyahu en Washington, “quiere destruir a Hamás”. El plan de Trump para Gaza podría tambien ser una especie de provocación tactica. Con vistas a una negociación con el mundo árabe que conduzca a la realización parcial del plan. Ya en su primer mandato en la Casa Blanca, Trump había logrado resultados sorprendentes. Había trasladado la embajada de Estados Unidos desde Tel Aviv a Jerusalén. Reconociéndola como la capital de Israel. Una decisión histórica. También consiguió los Acuerdos de Paz  Abraham entre Israel, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos. Entonces pero tenía el apoyo de la Rusia de Putin, ahora demonizada por Occidente por la absurda guerra en Ucrania. Trump ahora planea arreglar las cosas con el líder ruso. 

El presidente estadounidense parece más poderoso que nunca y decidido a cambiar la cara del mundo. Ciertamente no le importaría recibir un Premio Nobel de la Paz.

TRUMP RITROVA PUTIN LA GUERRA HA I GIORNI CONTATI? LA FINE DI UN’EPOCA?

23/1/25 – Aveva promesso che appena alla Casa Bianca avrebbe posto fine in 48 ore alla “ridicola” guerra in Ucraina. Forse ci vorrà qualche giorno di più. Ma la direzione presa da Donald Trump è quella giusta. A tre giorni dall’ insediamento il nuovo presidente ha già annunciato di volere “incontrare Putin presto” per mettere fine alla guerra.

Una svolta epocale, dopo due anni di isteria collettiva dell’Occidente. Che ha alimentato con soldi, armi, appoggio politico al regime di Kiev, e diabolizzando Putin, una guerra assurda che “non avrebbe mai dovuto cominciare” ha bacchettato Trump. Fin dall’inizio, seguendo la linea dettata da Joe Biden, predecessore di Trump, Usa e Europa non hanno fatto alcun tentativo per fermare la guerra. Anzi, hanno soffiato sul fuoco con armi, munizioni, centinaia di miliardi presi nelle tasche dei contribuenti europei e americani. Una logica folle, che ha portato soprattutto l’Europa sul bordo del baratro di un conflitto continentale se non mondiale, potenzialmente nucleare. E impoverito gli europei. Biden e l’allora premier inglese Johnson (un “idiota” per la regina Elisabetta) avevano perfino bloccato tre mesi dopo l’inizio della guerra un accordo per porvi fine raggiunto fra Russia e Ucraina a Istanbul.

Con Trump dovrebbe fermarsi ora l’assurda isteria bellica dei dirigenti occidentali. Il piano per porre fine alla guerra di Trump prevederebbe in un primo tempo un cessate il fuoco, che congeli le posizioni sul terreno di russi e ucraini. E l’avvio di un negoziato. “Non cerco di fare male alla Russia. Mi piace il popolo russo. E ho sempre avuto una relazione molto buona con il presidente Putin”. “E non dobbiamo dimenticare, ha aggiunto Trump, che Mosca ci ha aiutato durante la seconda guerra mondiale.

 Un ritorno alla ragione e al buon senso dopo gli insulti e gli anatemi lanciati negli ultimi due anni contro il “dittatore” Putin. Costretto avgirarsi verso Cina, Iran e Corea del Nord. Trump ha detto che ora l’Ucraina è pronta alla trattativa. Putin ha fatto sapere di essere aperto a un “dialogo paritario e rispettoso con gli Usa”.  La fine della guerra segnerà probabilmente la vittoria di Mosca, che conserverà le regioni russofone che ha conquistato. D’altronde con Trump il mondo sembra entrare in una logica muscolare di tutela dei propri interessi vitali da parte delle grandi e medio-grandi potenze. Putin ha recuperato con le armi la Crimea e il Donbass. La Turchia del ‘sultano’  Erdogan ha messo le mani sulla Siria, primo passo per ricreare una sfera di influenza neo-ottomana. La Cina non nasconde di voler recuperare Taiwan, dopo Hongkong. E lo stesso Trump vuole annettere (o ‘comprare’) la Groenlandia, recuperare il Canale di Panama, ribattezzare Golfo di America quello del Messico, assorbire il Canada come 51mo stato Usa. 

Entriamo anche nell’epoca della nuova immensa rivoluzione tecnologica dell’Intelligenza Artificiale. Che contribuirà a cambiare il mondo. Un’epoca che sarà pure quella dei grandi leader forti. E del ridimensionamento del pensiero politicamente corretto che ha trascinato l’Europa nel declino. Con dirigenti sempre più insipidi e deboli. Non a caso nell’Ue cresce la destra radicale antistema, che sta facendo cadere i ‘cordoni sanitari’ che finora hanno garantito il potere dei partiti tradizionali. Potrebbe vincere le prossime elezioni in Germania e quelle probabili anticipate in estate in Francia. E avanzare in Spagna se il governo socialista di Pedro Sanchez non reggerà agli scandali di corruzione e ai continui ricatti del piccolo partito dell’ex-presidente catalano Puigdemont. I cui 7 deputati hanno permesso finora a Sanchez di salvare la poltrona. Insomma, il 2025 sarà un anno di grandi cambiamenti. Sarà difficile annoiarsi…

SIRIA, ERDOGAN METTE GIACCA E CRAVATTA AI JIHADISTI, ORA SONO ‘ISLAMICI MODERATI’… CHE NE PENSANO LE SCHIAVE YAZIDI E LE DONNE AFGHANE?

9/1/25 – Siamo fortunati! Assistiamo a un vero miracolo in Siria! I sanguinari tagliatori di teste e violentatori seriali dell’Isis si sono trasformati in tolleranti ‘islamici moderati’. Che l’Occidente, dimentico di stupri e massacri, e della terribile lezione afghana, hau iniziato a corteggiare. Un miracolo firmato dal ‘sultano’ Erdogan! I nuovi signori della Siria, sono ex-miliziani di Isis e Al Qaida teleguidati dalla Turchia sunnita neo ottomana di Erdogan. Che gli ha fatto indossare giacca e cravatta. E li vende come ‘moderati’ a Usa e Europa. 

Dietro questo abile lifting c’è il molto potente ex-capo dei servizi segreti turchi Hakan Fidan, ora ministro degli esteri. Anima dannata e possibile successore di Erdogan. Già dieci anni fa, nella prima guerra di Siria, il ‘sultano’ aveva cercato di rovesciare al Assad e di mettere le mani su Damasco, appoggiando l’Isis e le altre fazioni jihadiste.  L’aiuto di Russia, Iran, delle milizie sciite di Iraq e Libano, e dei miliziani curdi avevano impedito una vittoria jihadista. E la trasformazione della Siria in un califfato vassallo della Turchia. Al secondo tentativo, ora, Erdogan ha vinto E cerca di dare, per ora, una immagine di rispettabilità al nuovo regime guidato dal ex-terrorista Isis/Al Qaida, al–Golani. Che giura di rispettare donne e minoranze. Proprio come i talebani nel 2021, quando hanno riconquistato Kabul, cacciando la coda fra le gambe in una umiliante ritirata le truppe della Nato, il patto militare “più potente del mondo”….

In Siria l’Occidente ha ripetuto già 10 anni fa il grave errore commesso in Afghanistan nel 1989. Appoggiando sanguinarie forze jihadiste sunnite per rovesciare un potere pro russo, autoritario ma laico, protettore dei diritti di donne e minoranze. Armando e finanziando un altro jihadista ‘moderato’, un tale Osama Bin Laden, futuro capo salafita di Al Qaida. e guerre afghane si sono concluse nel 2021. Con la fuga di Usa e Nato e la vittoria dei talebani. La cui promessa di rispettare  dopo avere promesso donne e minoranze ha retto solo poche settimane. Il tempo di consolidare il controllo sul paese. Ora le donne afghane, libere negli anni ’70 sotto il regime pro-sovietico, e poi dopo la sconfitta provvisoria dei talebani, sono tornate al Medio Evo. Sono animali domestici, schiave di padri, fratelli, mariti. A loro tutto ora è vietato: lavorare, studiare, uscire senza marito, padre, fratello, e senza coprirsi con burqa o niqab, parlare in pubblico. Sono frustate, percosse, insultate se non si coprono da capo a piedi, mostrano le caviglie, se escono non custodite da un uomo.

In Siria è molto probabile succeda la stessa cosa, nonostante i giuramenti tattici di al-Golani. Anche se l’Occidente cerca di dimenticare le atrocità di Isis, le megliaia di donne Yazidi stuprate e usate per anbi come schiave sessuali, dai miliziani della Jihad. Molte sono ancora nelle loro mani.  La zona di Idlib, rimasta sotto il controllo dei jihadisti di al-Golani negli ultimi anni, lo fa temere. Le donne hanno lo stesso statuto di quelle afghane… Anche l’incidente che si è prodotto durante la visita dei ministri degli esteri di Francia e Germania fa prevedere il peggio. Al-Golani si è precipitato a stringere la mano al francese Jean Noel Barrot, un uomo. Mentre si è rifiutato di toccare quella della tedesca, Analena Baerbock…. una donna.

Sarebbe interessante sentire cosa pensano del ‘miracolo di Damasco’, prodotto dalla bacchetta magica del sultano Erdogan, le migliaia di donne yazidi stuprate. O le loro sorelle ora rinchiuse nella grande prigione a cielo aperto ora chiamato Emirato Islamico dell’Afghanistan. 

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