TRUMP Y PUTIN PREPARAN LA PAZ. URSULA Y MACRON JUEGAN A LA GUERRA. CON NUESTRO DINERO Y NUESTRAS VIDAS
29/3/25 – Estamos en la locura. Tras tres años de guerra sin sentido en Ucrania, finalmente ha llegado Trump. Quien, como había prometido, está deteniendo el conflicto, provocado y alimentado por su predecesor Biden y por los insulsos líderes europeos. Lógicamente, Europa debería alegrarse de este giro que aleja el peligro de una Tercera Guerra Mundial de sus quinientos millones de ciudadanos. ¡Ah, no! Eso sería imaginar que la UE todavía está gobernada por gigantes de la política como lo fueron De Gaulle, Adenauer, Mitterrand o Chirac. Que sabían, por haberla vivido, lo que era una verdadera guerra mundial. No un juego para muchachos con problemas de testosterona. Sino una masacre, hecha de terror, sufrimiento, hambre, abusos, violaciones, deshumanización.

“NUNCA MAS L GUERRA” – Ellos sabían que la construcción europea se inició sobre las ruinas de una Europa destruida por la peste nazi (derrotada gracias al sacrificio de 20 millones de rusos), con un juramento fundador: “¡Nunca más la guerra!”! Pero los jóvenes enanos políticos que hoy gobiernan Europa nunca han sentido el holor atroz de la guerra, y de muerte de millones de hombres. Después de jugar durante tres años a la guerra, regalando cientos de miles de millones tomados de los bolsillos de sus ciudadanos y en parte destruyendo la economía de sus países y el bienestar de sus habitantes, ahora no quieren perder la cara. Y tratan de seguir jugando a la guerra.
Traicionando el juramento de Europa. Juegan con la piel de sus ciudadanos. En caso de Guerra Mundial, ellos tienen búnkeres confortables bajo sus palacios del poder. Los que morirán serán sus ingenuos electores. Probablemente, sin embargo, no lograrán su propósito. Gracias al hombre más poderoso del mundo hoy: Trump. Y a su ahora casi aliado Putin. A cuya moderación ante las provocaciones occidentales quizás debemos de estar aùn vivos. Olvidando que Putin, acusado de todas las atrocidades de los tiempos modernos por la propaganda occidental , no reaccionó cuando la OTAN, violando los compromisos de 1990 (de no acercar sus misiles a las fronteras rusas), se expandió 16 veces hacia el este.


LA AMENAZA RUSA NO EXISTE – El mismo Putin, hace 20 años, se acercó a Occidente. Entró en el Consejo de Europa, sin descartar incluso adherirse a la OTAN. Firmando acuerdos para la reducción de armamentos. Colaborando con Occidente en las grandes crisis. Luego llegaron Biden y el ex primer ministro británico Johnson, sabiamente definido como “un idiota” por la reina Isabel. Quienes hicieron todo lo posible por provocar a Moscú. Y la guerra. Y luego para alimentarla. Bloqueando los acuerdos de paz de Estambul en la primavera de 2022 y luego proporcionando dinero y armas al ex “cómico mediocre” (según Trump) Zelensky. Y ahora, mientras la paz negociada por Putin y Trump parece más cercana que nunca (quizás en mayo), los enanos europeos gritan ¡guerra! “¡Sueñan con ser Churchill!”, ironiza Putin. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a quien ningún ciudadano europeo ha elegido, nieta de un general de las SS y esposa de un directivo de una multinacional, proclama el “rearme” de Europa, que quiere financiar con 1.000 mil millones de euros.

Caricatura, Zelensky, Van der Lyen, Putin
Mientras tanto, intenta crear una psicosis bélica, invitando a los ciudadanos europeos a hacer acopio de agua y espaguetis para sobrevivir a una guerra. Frente a la “amenaza rusa”. Que no existe. “Son más tontos que esta mesa”, ironiza Putin. Recordando que Rusia nunca ha atacado a nadie. Se ha defendido. Y bien. De eso saben algo Bonaparte y Hitler. Que huyeron con el rabo entre las piernas, y con sus ejércitos masacrados, después de intentar invadir Rusia. Pero el pequeño Napoleón de París, que ya nadie quiere en Francia, quiere enviar tropas europeas a Ucrania. “Para proteger la paz”, pretende. Una locura suicida además de una idiotez.

Zelensky y Trump
Rusia exigirá que sean fuerzas de países no alineados con Kiev las que supervisen la aplicación de un futuro alto el fuego. Que llegará después de que Moscú haya terminado de liberar la provincia rusa de Kursk de los últimos soldados ucranianos que aún resisten. Hay luego un aspecto que Napoleón-Macron no parece haber considerado. El eje naciente entre Trump y Putin. Que tienen una visión paralela de los intereses estratégicos de sus países. Ucrania, último país colchón frente a la OTAN para Putin. Groenlandia, que Trump querría anexar. Un proyecto que Putin ha dicho “comprender”. Y que en el nuevo mundo tripolar EE. UU. – Rusia – China, con una Europa cada vez más irrelevante, podría obtener también la comprensión de Pekín, que querría finalmente poner sus manos sobre Taiwán. Y la armada Brancaleone de Macron podría verse enfrentada no sólo a Putin, sino. quizas también a Trump, aliados 80 años después no contra un Hitler sino contra la humana estupidez….