20. 3. 24 – Guardias de la prisión israelí de Ayalon lo atacaron y lo golpearon duramente con palos. Ahora se teme por su vida. A sus 65 años y tras 21 en prisión en Israel, Marwan Barghouti es el hombre más popular entre los palestinos. En 2003, líder de las milicias de Fatah, cuando fue detenido en Cisjordania por el ejército israelí y condenado a cadena perpetua, ya era considerado el heredero natural de Yasser Arafat al frente de Palestina. Y uno de los pocos líderes de Fatah considerados no corruptos. Fue visto como el único palestino capaz de negociar y lograr un dia una paz justa con Israel. Y de frenar el sangriento crecimiento de la popularidad de los yihadistas de Hamás entre una población palestina cada vez más frustrada. Los llamamientos, internacionales, pero también de pacifistas y progresistas israelíes, para su liberación se han multiplicado en los últimos veinte años. Pero los gobiernos de derecha y extrema derecha del Estado judío lo mantuvieron en prisión.
Probablemente para no dar esperanzas a una paz que habría detenido el proyecto del Gran Israel y la colonización rampante de Cisjordania. El histórico líder laborista Shimon Peres había prometido darle una amnistía si era elegido jefe de Estado. Presidente de Israel de 2007 a 2014, Peres no cumplió su promesa.

Barghouti y Arafat en el Muro en Belén
Desde las atrocidades – masacres, violaciones, torturas, mutilaciones – perpetradas por Hamás contra civiles en el sur de Israel el 7 de octubre, se vuelve a hablar de liberar al Nelson Mandela palestino. El presidente de la ANP, Abu Mazen, de 88 años, es viejo, débil e impopular. Fue elegido en 2005 tras la muerte de Arafat. Y desde el golpe de Hamás de 2007 en Gaza no ha habido elecciones en Palestina.
Una abrumadora mayoría entre los palestinos quisiera ver a Barghouti en su lugar. Hamás ha colocado hábilmente el nombre de Marwan (su liberación sería un triunfo para el movimiento islámico) al principio de la lista de centenares de prisioneros palestinos en prisiones israelíes cuya liberación pide a cambio de la de los rehenes israelíes todavía detenidos en condiciones inhumanas en los túneles de Gaza.

Barghouti detenido en 2003
Pero el gobierno de extrema derecha del primer ministro Benyamin Netayahou no parece querer ceder. Además, l’existencia de Barghouti está ahora en manos del ministro fascista de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, líder de los peligrosos y violentos colonos de Cisjordania, responsable de las prisiones. La vida de Barghouti está en peligro, acusan su esposa Fadwa y el presidente de la Comisión para los detenidos palestinos Qadura Fares. Marwan se encuentra recluido en régimen de aislamiento “en condiciones inhumanas”, según informan. Los guardias de la prisión lo esposaron y volvieron a golpearlo brutalmente con palos. Fares lanzó un llamamiento a la comunidad internacional para obtener de Israel que Barghouti sea examinado y tratado por médicos fuera de la prisión: “Marwan tiene 65 años. Podría morir repentinamente. Y dirían que la muerte se debe a problemas de salud”. Su abogado Avigdor Feldman, informa Haaretz, denunció que Barghouti, en régimen de aislamiento “a menudo es golpeado por los guardias mientras lo esposan, lo humillan, lo insultan y lo arrastran desnudo por el suelo delante de otros reclusos”.

La muerte del Nelson Mandela palestino en prisión probablemente provocaría un levantamiento en los Territorios. Una nueva intifada. Lo último que Israel parece necesitar hoy. Mientras la hostilidad hacia él crece en todo el mundo por los miles de muertos en Gaza. Sin embargo debidos principalmente a Hamás, que tras las masacres del 7 de octubre se escondió en los túneles dejando a los civiles expuestos a la ofensiva israelí. Pero esto no significa que un levantamiento palestino no pueda ser conveniente para Nethanyau, atormentado por escándalos de corrupción, y para sus ministros fascistas, que quizás sueñan con un enfrentamiento definitivo contra los engorrosos palestinos que, según creen, siguen teniendo el mal gusto de querer vivir en Palestina.