12/02/23 – Es más que una sospecha. Una gran sospecha. La tregua provisional entre Israel y Hamás colapsó la madrugada del viernes debido a la negativa de la milicia islámica a liberar a las últimas mujeres jóvenes rehenes que mantiene cautivas en Gaza. Victimas de violencia sexual.
Es un sospecho muy creíble. Desde las atrocidades cometidas el 7 de octubre contra civiles israelíes, el grupo armado ha tratado de negar las acusaciones de violación y violencia indescriptible contra mujeres judías: todas las que fueron violadas en Israel y luego no secuestradas en Gaza fueron asesinadas. Por ahora sólo se dispone de testimonios indirectos. Algunos testigos oculares sobrevivieron. Y estan las confirmaciones de los médicos y socorristas que recogieron los más de 1.200 cadáveres de las víctimas de los milicianos de Hamás y de las bandas de saqueadores que los acompañaban.

El secuestro de Noa Argamani en Rev’im
Por ahora, inevitablemente, no hay testimonios directos de las mujeres violadas. Son muertas. Según fuentes de las negociaciones para la renovación de la tregua citadas por Times of Israel, la noche del jueves al viernes el grupo islámico se negó a dar a los negociadores los nombres de las últimas diez mujeres que se suponía que debía liberar al día siguiente.
“Hamás no quiere liberar a las últimas mujeres porque no quiere que cuenten lo que sufrieron el 7 de octubre y luego en cautiverio”. Entre las últimas prisioneras en los túneles de Hamás en Gaza se encuentran, en particular, mujeres secuestradas durante la masacre de los jóvenes que participaron en la fiesta de la naturaleza en Rev’im: 360 muertos, asesinados en masa como ovejas indefensas en el matadero en unas pocas decenas de minutos.
Los testigos hablaron de mujeres que fueron violadas y luego asesinadas de un golpe en la cabeza, cuando intentaban escapar de los hombres armados. Durante ocho semanas, el mundo “civilizado” miró para otro lado ante la creciente evidencia de violencia contra las mujeres “enemigas” israelíes. Como si violar a una mujer judía indefensa fuera casi normal si el violador es un ‘valiente’ palestino islámico ‘oprimido’, fuertemente armado. ¿Una nueva forma de antisemitismo en la violencia contra las mujeres?
Las estrellas políticamente correctas del movimiento “Me Too” de Hollywood, las feministas europeas y americanas, guardaron silencio. Todos miraron para otro lado. ¿Por qué estas mujeres eran judías e israelíes?

Mujeres israelies protestan en la Onu contra las violaciones de Hamas
No se puede no pensar en el vergonzoso silencio del mundo “libre” mientras los nazis exterminaban a seis millones de judíos en los campos de concentración. “Todo el mundo lo sabía, pero miraban para otro lado” recordó con disgusto el presidente estadounidense Joe Biden. Por eso Israel no es un país como los otros. Es la prueba viviente del innoble silencio del mundo ante el Holocausto. Y de la culpa colectiva, de la mancha negra de la Humanidad. Por eso no puede desaparecer.
Esto nunca se puede olvidar.
Sólo en los últimos días, ante la denuncia insistente de las asociaciones de mujeres israelíes y de algunos periodistas, incluido este blog, con dos meses de retraso, el mundo se siente casi obligado a reaccionar. El secretario de la ONU Antonio Guterres decidió finalmente anteayer prometer una investigación internacional. A raíz de esto, la Comisión de Mujeres de las Naciones Unidas se declara ahora “alarmada” por los numerosos informes de “atrocidades y violencia sexual” perpetradas por Hamás.
Ahora el gran desafío para la ONU y el mundo “civil” está claro: arrebatar a Hamás a toda costa las mujeres que todavía están en sus manos.