03/06/24 – Desde hace siete meses este blog advierte del riesgo – sin un cambio radical de rumbo por parte de Occidente – de que el absurdo y desastroso conflicto de Ucrania sumerja a Europa en una nueva guerra mundial. No hubo ningún cambio de dirección. De hecho, las musculares proclamas de la mayoría de los líderes europeos, en la línea del presidente francés Macron, nuevo pequeño Napoleón, han acelerado la carrera hacia el precipicio. La mayoría de los países de la UE han aumentado las cantidades de armas y dinero enviados a Kiev, y ahora autorizan a utilizar las armas más poderosas de Europa para atacar a Rusia profundamente en su territorio. La misma luz verde, aunque con restricciones, llegó desde Washington.
Rusia lleva mucho tiempo advirtiendo a Occidente. Si se viera afectada en sus intereses vitales, recurriría a las armas nucleares. Ayer, el ejército ucraniano utilizó por primera vez misiles estadounidenses Gmlrs de largo alcance para atacar una instalación de defensa estratégica en territorio ruso. Moscú, como Macron y sus seguidores parecen olvidar, es la primera superpotencia nuclear del mundo. Su ejército lleva meses preparándose para luchar en un contexto de guerra nuclear. El arsenal ruso puede desintegrar el planeta en 5 minutos. Pero también permite el uso de armas nucleares tácticas en el campo de batalla. Por no hablar de que en un conflicto general Moscú contaría con la ayuda de potencias militares y nucleares como China, Irán y Corea del Norte. Y el apoyo político de países que representan la mitad de la población del planeta, incluidos India y Brasil.

Lo que quizás sea más sorprendente, sin embargo, es la relativa apatía de la población europea ante el riesgo de un desastre de proporciones tan dramáticas como una guerra mundial, librada además con armas más sofisticadas y poderosas que nunca. Por supuesto, los civiles serían los más afectados. Sólo en la Hungría del primer ministro Orban hubo manifestaciones contra la guerra y la implicación contra Rusia. El domingo pasado, decenas de miles de personas se congregaron en Budapest. En Eslovaquia e Italia, la oposición al apoyo incondicional al gobierno ucraniano es fuerte. Eslovaquia tiene ahora un nuevo jefe de gobierno pro-ruso, Italia ha rechazado tajantemente la propuesta de Macron de enviar soldados al lado de los ucranianos. “Un pequeño error basta para producir efectos desastrosos” advirtió el Ministro de Asuntos Exteriores Tajani. Quien advirtió contra el riesgo de una tercera guerra mundial. El viceprimer ministro del gobierno de centro-derecha Salvini invitó al secretario de la OTAN, Stoltenberg, que constantemente hace proclamas guerreros y propone enviar tropas a Ucrania, a ir él mismo. “Macron,¿quieres la guerra? Ponte el casco, ve a luchar y no fastidiarnos”, tronó Salvini. Tropas occidentales en Ucrania, advirtió el presidente ruso Putin, “acercarian una guerra global”. “Estados Unidos no deben cometer errores fatales” advirtió un portavoz del Kremlin.

Caricatura, europeos/ovejas caen nel precipicio, solo una oveja negra se desmarca….
En resumen, Europa se mueve ahora sobre el filo de la navaja. “Un pequeño error” bastaría, advierte Tajani. Pero en la mayoría de los países europeos la perspectiva de un conflicto generalizado, al menos en Europa, no parece despertar gran preocupación entre la gente. Que mira a la peligrosa espiral entre Rusia y Occidente, casi como un partido de fútbol. En España, el ex líder de Podemos y ex vicepresidente del gobierno Pablo Iglesias constata otro fenómeno inquietante: “la militarización de casi todos los principales medios de comunicación”, alineados sin el menor sentido crítico con la línea belicosa del gobierno de Sánchez. “La militarización de los periodistas ha contaminado incluso a sectores auto-denominados progresistas que nunca pierden la oportunidad de señalar como amigo o de Putin a cualquier medio que tenga el coraje de oponerse a la disciplina pro-OTAN, y a cualquiera fuerza política que critique a la OTAN o el envío de armas a Kiev”. Una Waterloo del periodismo, un fenomeno que afecta mas o menos todos los paìses europeos. que afecta mas o menos todos los paises europeos. . Mientras la demonización de Rusia y de Putin galopa, con tonos olvidados desde los tiempos de la Guerra Fría y del franquismo. Sin embargo, hasta hace dos años, los líderes occidentales (Macron primero) competían por declararse amigos del presidente ruso, a quien hoy pintan como un dictador peligroso, un nuevo Hitler. Estamos a años luz de los grandes líderes europeos de la posguerra, los De Gaulle, Adenauer, Mitterrand, Kohl, Andreotti, Chirac. Al haberlo vivido de primera mano, sabían lo que es una guerra mundial: millones de muertos, violencia, hambre, violaciones, mutilaciones, millones más de discapacitados, sufrimientos de todo tipo, humillaciones, negacion de los derechos humanos, impotencia para proteger el presente y el futuro de sus hijos, de sus seres queridos.

Caricatura de Macron, “Hazla tu la guerra”
Esos grandes líderes hicieron todo lo posible con el lema ‘nunca mas’, y con éxito, para impedir una nueva guerra. Este blog a finales de 2023 ya advirtió del riesgo de una espiral bélica que, si no se controlaba, podría arrastrar a todo el continente a una guerra, tal vez nuclear. Pero en lugar de volver a la razón, la carrera hacia una guerra total por parte de líderes como Macron y una mayoría de sus colegas se ha acelerado. El presidente francés lleva tres meses hablando de enviar tropas contra Rusia. Estados Unidos y los europeos siguen suministrando al presidente ucraniano Zelensky dinero y armas, financiados por los contribuyentes europeos y estadounidenses. A quienes nadie les preguntó nunca si estaban de acuerdo en renunciar a construir escuelas, infraestructuras, financiar pensiones, servicios sociales, hospitales, para alimentar artificialmente una guerra que Rusia no puede perder de todos modos. Y que no tiene ningún sentido. Y ahora las armas occidentales permiten a Kiev atacar profundamente a Rusia. Moscú ya ha advertido que si se ve amenazada en su territorio, en sus intereses vitales, podra responder con armas nucleares y atacar también a los países europeos que las envíen a Kiev. Y esto mientre los ucranianos ricos se han ido a vivir en la Costa Brava o la Riviera francés a la Costa Azul comprando casas de lujo en lugar de luchar contro los ‘invasores’.
Cuesta pensar que la principal esperanza de evitar el espectro de una guerra mundial recaiga sobre los hombros de un Donald Trump. Quien prometió poner fin a la guerra en 48 horas si es reelegido presidente en noviembre. Sólo nos queda esperar que no sea demasiado tarde.Y que no cambie de idea.El astrólogo indio Kushal Kumar, que se ha autobautizado el ‘Nuevo Nostradamus’, ya ha indicado la fecha exacta del inicio de la Tercera Guerra Mundial. En unos dias… El 18 de junio. Pero tambien los días 10 y 29 serían de riesgo según el ‘mapa kármico’ del guru indio. Esperando Trump, si no cambia de idea, una forma de frenar la carrera hacia el precipicio podría ser en las elecciones europeas del 9 de junio. Un éxito de los partidos contra la guerra y contra la implicación de Europa podría llevar a los líderes más testosteronistas a ser cautelosos a la hora de querer competir con las bombas nucleares rusas. Por una mala causa. De lo contrario, incluso escribir “Putin” en la papeleta electoral, si se multiplicara millones de veces, podría quizas hacer reflexionar a los nuevos pequeños Napoleones europeos.