‘ESCÁNDALO EN AUSCHWITZ’. FALTAN LOS LIBERTADORES. Y EL ESTADO DE LOS JUDÍOS. ¿JUSTICIA POLÍTICA?

27/1/25 – Una conmemoración muy importante, en un mundo que olvida el pasado y deja que la bestia asquerosa del antisemitismo vuelva a crecer. Pero los invitados más importantes faltaban en Auschwitz para el 80º aniversario de la liberación. Víctimas de la justicia internacional. Putin, el presidente de Rusia, cuyos soldados descubrieron y liberaron el campo de exterminio nazi el 27 de enero de 1945. Y Netanyahu, el jefe de gobierno de Israel, el país creado, y que aún sobrevive en medio de mil controversias para garantizar a los judíos de todo el mundo que sobrevivieron al genocidio de Hitler que no volverá a suceder. Un verdadero genocidio, eso sí, perpetrado mientras el resto del mundo lo sabía pero “miraba para otro lado”, recordó el expresidente estadounidense Joe Biden.

Biani

El Tribunal Penal de La Haya, conocido por su miopía política, ha emitido órdenes de arresto internacionales contra Putin y Netanyahu. Lo que limita sus movimientos.  Especialmente en países hostiles, como Polonia. Que realmente podrían arrestarlos. Se les acusa de ‘crímenes de guerra’. Uno por haber defendido con las armas los intereses de su país en Ucrania. El otro por hacerlo, tras las masacres del 7 de octubre de 2023 en Gaza en la guerra contra los terroristas islámicos de Hamás. Que utilizan a los civiles palestinos como escudos humanos. Se puede estar, o no, de acuerdo con sus estrategias. Pero ese no es el punto. En teoría, la Corte Penal Internacional debería ser imparcial. Pero parece que sólo ve con un ojo. Lo de Occidente. O de la histeria de la corrección política. La que señala con el dedo a Netanyau, que no gusta a casi nadie. Pero qué lucha contra enemigos despiadados que quieren la destrucción del Estado de refugio judío. Y de los judíos. Precisamente los exterminados y quemados en los crematorios de Auschwitz.

Osama Bin Laden

Sin embargo, no hay noticias de que La Haya haya solicitado el arresto del presidente estadounidense George W. Bush por la invasión de Irak. Y las decenas de miles de muertes de civiles. Una invasión ilegal, decidida sin autorización de la ONU. Con el pretexto de neutralizar las “armas de destrucción masiva” de Saddam Hussein. Que nunca existiron. Excepto en los expedientes inventados por los servicios estadounidenses. Ni siquiera su sucesor Bill Clinton fue acusado, por bombardear a civiles serbios en la guerra de Kosovo. Tambien ilegal, sin el consentimiento de la ONU. O Jimmy Carter, por haber armado y financiado a Osama Bin Laden, el despiadado líder de Al Qaeda, contra el gobierno prorruso en Afganistán. Pero ni siquiera los líderes del ISIS en Siria, protegidos por Türkiye y Qatar, aliados de Washington. Y considerados inicialmente ‘islamistas moderados’ por Occidente. Para las masacres de civiles, las violaciones de miles de mujeres yazidíes, que luego fueron reducidas a esclavas sexuales y vendidas como animales. ¿Pero la justicia no debería tener los ojos vendada, dicen? Es decir, ser imparcial. ¿Tratar a todos por igual? La de La Haya, en cambio, parece ver. Pero con un solo ojo….

La Justicia castiga l’Injusticia, Jean Marc Nattier, 1737

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