23/11/24 – La Corte Penal Internacional tiene los órdenes de arresto fáciles. Y políticamente correctos. El año pasado emitió uno contra Vladimir Putin. Quien tranquilamente lo ignoró. Ahora ha fichado a tres más. Por crímenes de guerra. Contra Benyamin Nethanyahu y Yoav Gallant, su ex ministro de Defensa recientemente defenestrado. Y, para hacer creer que es imparcial, también anunció uno para el exjefe militar del grupo terrorista islámico Hamás, Mohammed Deif. Desgraciadamente, fallecido el verano pasado. ¿Cuándo el de Joe Biden? ¿Por crímenes de lesa humanidad? Hace dos años y medio provocó la guerra en Ucrania al negar a Moscú las garantías de seguridad prometidas en el momento de la disolución de la URSS. Y luego, dos meses después, impedio la solución política negociada en Estambul por Moscú y Kiev. Enviando a Kiev al entonces primer ministro inglés, Boris Johnson (definido como “un idiota” por la reina Isabel dos días antes de su muerte). Biden es por tanto, responsable de la muerte innecesaria de cientos de miles de jóvenes rusos y ucranianos, de destrucciónes sin fin, de unos costes enormes y del empobrecimiento general de las clases media y modesta de Europa y Estados Unidos.
Poster de guerra de la Armada Roja
Ahora con la desafortunada decisión de autorizar al aliado Zelensky a atacar el territorio ruso con los mortíferos misiles estadounidenses ATACMS pone a la humanidad en riesgo de una Tercera Guerra Mundial, potencialmente atómica. Con el agravante de haber tomado la decisión pocas semanas antes de abandonar la Casa Blanca, derrotado en las urnas, durante el periodo de transición entre dos presidencias. Demostrando una perseverancia culpable en querer prolongar, extender y inflamar un conflicto que su sucesor Donald Trump prometió detener “en 48 horas” nada más llegar al poder en enero.
La medida de Biden podría hacer que la paz rapida que Trump quiere imponer sea mucho más difícil, si no imposible. “La industria armamentista”, que ha obtenido beneficios estratosféricos de la guerra, gracias a Biden (82 años, a quien su propio partido obligó a no presentarse nuevamente por considerarlo senil) “quiere iniciar la Tercera Guerra Mundial antes de que mi padre tenga la oportunidad para traer la paz y salvar vidas” acusó el hijo y asesor de Trump, Donald jr.. Las esperanzas de evitar una extensión muy peligrosa del conflicto, que afectaría especialmente a Europa, dependen ahora principalmente de la posible moderación del ‘diabolico’ Putin, en su respuesta a los ataques del ATACMS.
El presidente ruso advirtió que se ha roto una línea roja y que el conflicto se esta volviendo global. Pero por ahora ha respondido con mesura. Con una advertencia seria pero limitada. Lanzó un nuevo misil nuclear balístico hipersónico contra Ucrania, pero con cargas convencionales. Una forma de dejar claro que Rusia, primera potencia atómica del mundo, tiene los medios para destruir Ucraina, y el planeta. Al incitar a Putin ( a quien la propaganda occidental presenta como una especie de dictador sediento de sangre) a la moderacion podria ser la consideracion que esperando a que Trump llegue a la Casa Blanca Rusia podría obtener una paz mucho más ventajosa. La inminente llegada de Trump ha puesto en marcha varios ‘bomberos’. El canciller alemán Sholz, que no había hablado con el ‘diablo’ Putin desde el comienzo de la guerra, mantuvo con el una primera conversación de una hora. El presidente turco el ‘sultán’ Erdogan ha anunciado un intento de mediación. El primer ministro húngaro, Orban, China y India se ofrecen a facilitar una negociación. El propio Zelensky dice ahora que la guerra podría terminar en 2025.
Ultima cita Putin/Biden, 7/12/21
Sin embargo, es muy poco probable que la “justicia” internacional tenga el coraje de desquitarse con Biden. Estados Unidos no reconoce la jurisdicción de la CPI. Como Rusia e Israel. Pero esto no impidió que el tribunal de La Haya pidiera la detención de Putin y Netanyahu, demonizados en Occidente por la opinión pública y una prensa “militarizada”, según la definición del fundador de Podemos, Pablo Iglesias.
Las órdenes de arresto contra los dos líderes israelíes destilan hipocresía. La CPI – que no ha movido un dedo contra el Estado Islámico (ISIS), responsable en Siria de la masacre de decenas de miles de civiles y de la violación sistemática de miles de mujeres y niñas yazidíes vendidas como ganado y utilizadas como esclavas sexuales por los yihadistas – en un ingenuo intento de demostrar que era justa, también ordenó el arresto de Deif. Una burla: ¡el líder militar de Hamás en Gaza lleva muerto 4 meses! Y sin embargo es vergonzoso intentar equiparar un despiadado grupo terrorista yihadista que el 7 de octubre de 2003 mató, torturó y violó a centenares de civiles – solo porqué judios y israelís – provocando la guerra en Gaza, y un Estado democrático que, viendo amenazada su existencia, se defendió destruyendo la estructura militar de Hamás. Que se escondio detrás de los civiles palestinos, utilizados como escudos humanos, y ahora víctimas colaterales de la guerra. En muchos países occidentales está creciendo la desconfianza hacia una justicia nacional cada dia mas politizada y injusta. La justicia internacional tampoco se salva…
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